Me dijo que no podía quererme
pero no me deja en paz.
Me persigue su fantasma
a cada instante y en cada lugar.
Me mira desde cada ventana
y desde cada silencio me habla.
A veces sólo me observa,
a veces se burla...
A veces me rindo y me duermo en sus brazos.
D.S.C.
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