Con sólo imaginarte
respirando en mi cuello
todo mi cuerpo se pone en alerta,
esperando tu llegada.
Con sólo imaginarte
traspasando mis fronteras,
izando tu bandera en mi tierra fértil…
Con sólo imaginarme
cabalgando en tus colinas,
murmurando tu nombre…
Con sólo imaginar el océano
que tu mar y mi mar crearían
todos mis ríos se vuelven torrentes.
Con sólo imaginar
nuestras siluetas contra la ventana
todos mis muros se hacen carne
y toda mi sangre se hace lava.
Con sólo cerrar los ojos,
con sólo imaginarte,
se elevan mis pies del suelo.
Los abro pronto para no caer tan fuerte.
Con tenerte ante mis ojos
todo otra vez se pone en marcha.
Si me miras, se paraliza.
Y si me tocas…
D.S.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario