No me quieras tanto, es inútil. Yo siempre estaré pensando en otro. Caminamos al mismo tiempo, uno tras otro en una eterna caravana, con una mano extendida, intentando alcanzar lo inalcanzable.
Es triste… también gracioso. Patético, tal vez.
No me quieras tanto. No soy una mala persona, pero tú me haces sentir como la peor del mundo.
D.S.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario